CÓMO RESOLVER LOS CONFLICTOS INTERPERSONALES
El profeta Isa (la paz sea con Él) hace una declaración muy importante en el Inyil relatado por Yahya en 13:34, 35:
- Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Ya que Isa Ibn Maryam nos ha explicado que el amor es una característica esencial de un creyente verdadero en Alá, puedes estar seguro que Shaitán estará metiéndose para crear conflictos entre nosotros. Los Libros que bajaron de Alá antes nos dan muchas advertencias en cuanto a nuestro trato con los demás:
- Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. Santiago 4:11
- Hermanos, no os quejéis unos contra otros. Santiago 5:9
- Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gálatas 5:15
- Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá a Isa al- Masih. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Alá; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. Hebreos 12:14-15
Estos conflictos no aparecen solamente entre individuos, sino entre grupos enteros de creyentes, como podemos ver en 1 Corintios 1:10-12.
- Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de Isa al-Masih, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo soy de Apolos; y yo soy de Cefas; y yo soy de Isa al-Masih.
¿CUÁL ES LA CAUSA DE ESTOS CONFLICTOS ENTRE NOSOTROS?
El capítulo 4 de Santiago nos explica que la causa principal de estos conflictos es nuestro orgullo y nuestro egoísmo. La naturaleza pecaminosa que todos heredamos de Adán, nos empuja a pensar en nosotros primero. Pensamos que nuestra opinión es la mejor. Pensamos que nuestra perspectiva del mundo es la más acertada. Pero, hay un problema grave con todo esto. Proverbios 28:25 dice:
- El altivo de ánimo suscita contiendas.
He observado que hay por lo menos dos factores principales que tienden a sacar a la luz nuestro egoísmo destructivo:
A. Uno de estos factores es que todos nosotros somos diferentes. Tenemos diferentes gustos. Nuestra perspectiva en cuanto a un asunto puede variar, y esto produce diferentes opiniones en cuanto a cómo debemos manejar ese asunto. Estas diferencias no son necesariamente malas, pero cuando se combinan con nuestro egoísmo, el resultado puede ser muy destructivo. La actitud que a veces demostramos es: Si no van a hacer lo que yo digo, entonces yo no voy a participar. Podemos ver esto todos los días cuando los niños pequeños juegan juntos. ¿No es así? Pero es muy triste cuando los adultos en la mezquita se portan como esos niños pequeños.
B. El otro factor que contribuye al conflicto en la Ummah es cuando juzgamos a otro sin saber todos los detalles. Isa Ibn Maryam nos ha hablado específicamente de este error en Mateo 7:1-5
- No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Seguramente, todos hemos sido culpables de cometer este error en alguna ocasión. A veces juzgamos al observar la apariencia de la persona. A veces es por algo que han hecho, o que han dicho… o por lo que otro nos ha comentado. Sin embargo, la razón principal que juzgamos a otras personas se debe a una falta de comunicación.
Quiero compartir algunos principios con ustedes que servirán de mucha ayuda en mantener buenas relaciones con los demás.
- 1. Escucha con atención lo que otros dicen: Por esto mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; Santiago 1:19
- 2. No debes señalar alguna falta en otro que no has arreglado primero en tu propia vida: ¿y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Mateo 7:3-5
- 3. Cuando alguien te ha ofendido, hay que describirle lo que pasó y cómo te hizo sentir… nunca debes atacarle personalmente: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no oyere a ellos, dilo a la comunidad de creyentes; y si no oyere a todos ellos, tenle por gentil y publicano. Mateo 18:15-17 – Acuérdate de Proverbios 15:1 – La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.
- 4. Lo contrario de esto es si has ofendido a alguien, debes ir con ellos y pedir disculpas: Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mateo 5:23-24
- 5. No debes suponer lo que es el motivo de otro al decir o hacer algo… hay que hablar y aclararlo: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. Mateo 7:1-2 – Tampoco debes formar tu concepto de alguien por lo que otro ha dicho de él. Hay que aclarar todo con la persona misma y no ser influenciado por lo que otro piensa… tal vez tenga razón o tal vez esté en error… ¡cuidado que alguien no te haga juzgar mal a otro!
- 6. Hay que perdonar a los que te han ofendido y no guardar rencor. Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Isa al-Masih, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Isa le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Mateo 18:21-22 – No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Alá; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice Alá Subjānahu Wa Ta’Ala. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Romanos 12:17, 19-21
- 7. Busca la edificación de los demás. Comparte algo de los Libros que descendieron de Alá, o una experiencia de tu propia vida. Recomienda algo que puedan leer que les pueda fortalecer… o ponles en contacto con alguien que les pueda ayudar a tener victoria en su área de debilidad. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:19 – Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Romanos 12:18
¿Estoy tratando de ganar el apoyo de los demás en un conflicto con alguien?
¿Estoy fomentando una división entre los miembros del Ummah?
¿Estoy hablando mal de otra persona?
¿Estoy guardando rencor contra alguien?
¿Debo escuchar más y hablar menos?
¿Necesito dejar de fijarme en las faltas de otros, y corregir mis propias faltas?
¿Necesito ir con alguien y con calma describirle lo que ha dicho o hecho para ofenderme?
¿Necesito ir con alguien y pedir disculpas por haberle ofendido?
¿Necesito hablar con alguien para aclarar algún asunto que posiblemente haya sido malentendido por mí o por él?
¿Necesito perdonar a alguien por haberme ofendido?
¿Cómo puedo contribuir a la edificación de los demás? ¿Hay algo que puedo decir que les daría aliento? ¿Hay algo que puedo hacer que les apoyaría y que les fortalecería?
El mundo tiene dos maneras básicas de resolver problemas:
uno es discutir y pelear; y el otro es evitar a la persona, sin resolver el problema
¡Que no seamos nosotros así!
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